Pulpo
Es un molusco cefalópodo y octópodo. Vive en fondos rocosos en las zonas litorales, entre rocas y piedras y a veces en guaridas. Habita a profundidades inferiores a 200 m.
Se alimenta principalmente de pequeños crustáceos como cangrejos, además de bivalvos, peces y de carroña.
Es un animal que se mimetiza con su entorno, haciendo difícil verlo, incluso arruga su piel para hacer parecer una roca con algas. Los pulpos tienen un cuerpo musculoso y flexible, y son capaces de esconderse en espacios 10 veces más pequeños que ellos.
Los ocho tentáculos del pulpo son fuertes y cuentan con dos filas de ventosas pegajosas. Los tentáculos están situados alrededor de la boca unidos entre si por una membrana, siendo su primer par más corto que el resto, y estos últimos miden aproximadamente el doble que el cuerpo.
El pulpo se captura durante todo el año. Se comercializa fresco, cocido o sin cocer, congelado o en conserva (ejemplares de pequeño tamaño) y en ocasiones desecado. En los puntos de venta, generalmente se comercializa limpio y con la carne ablandada.
En comparación con el resto de mariscos, el pulpo tiene un escaso valor energético y su contenido de colesterol y de proteínas es relativamente bajo. Entre los minerales destaca el aporte de calcio (144 mg por 100 g), y entre las vitaminas, la vitamina A, la B3, y en menor proporción, B1 y B2.
Para limpiarlo, en primer lugar se separan los tentáculos. Después se debe dar la vuelta al manto, eviscerar el ejemplar y quitar los ojos y la boca. A continuación se recomienda introducir el pulpo durante un par de minutos en agua hirviendo para poder pelarlo más fácilmente. Por otro lado, para ablandar su carne se puede golpear el pulpo contra una superficie dura o bien congelarlo durante unos tres días.
Los pulpos de pequeño tamaño suelen tener la carne tierna y sabrosa por lo que no es necesario ablandarla. De los ejemplares de mayor tamaño, sólo se consumen los tentáculos.
Su carne tiene un sabor excelente debido a su alimentación. Se puede hervir o asar a la parrilla o freír. Combina muy bien con ajo, cebolla, tomate, limón, aceite de oliva, pimentón, jengibre, vino o salsa de soja. La tinta se aprovecha para elaborar salsas que acompañan a este marisco o a otras preparaciones como la pasta y el arroz. En el mercado se puede adquirir la tinta del pulpo por separado, en bolsas de pequeño tamaño o congelada.
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